ELDANA FOLK STUDIO
Un estudio donde el silencio no pesa y la voz respira
¿Qué se necesita para que un artista sea libre?
Un equipo que sepa escuchar
¿Es posible que una cantante, acostumbrada a la libertad y al vértigo del escenario, consiga sentirse igual de auténtica y libre en un estudio de grabación? ¿Qué tiene que suceder para que alguien que rehúye el ambiente de un estudio se entregue y disfrute plenamente?

LA PRESIÓN QUE AHOGA
Mayra Pérez Muñoz – Ringorrango, cantante de pura pasión, ha sentido siempre el latido vivo de los conciertos. El escenario, el calor del público, la emoción única de cada momento; todo ello es su aire y su fuerza.
Pero en el estudio, ese mundo cambia.
Allí, en lugar de la energía espontánea, siente la presión de paredes estrechas, de micrófonos que todo lo examinan, de frases repetidas una y otra vez… El estudio se convierte en una especie de prueba, donde sus propias inseguridades tienden a ahogar su voz, tornándola rígida y forzada, como si no fuera realmente ella quien cantara.

UN BUEN Día
Sin embargo, algo distinto sucedió en su última sesión en Eldana Estudio. Esta vez, Mayra salió del estudio sonriendo, una imagen impensable en el pasado. ¿Qué fue lo que transformó su experiencia? ¿Qué ocurrió para que dejara atrás esa ansiedad que tanto la limitaba?
Podríamos suponer que simplemente tuvo un buen día, o que tras tanto ensayo y técnica, al fin controló sus nervios.
Quizá la canción era tan suya que no le costó interpretarla. Pero ninguna de esas explicaciones parece suficiente para el cambio radical que vivió.
«En el estudio Eldana no se por qué, me he sentido muy bien, siempre arropada y relajada, no he tenido las sensaciones de agobio anteriores, he disfrutado cantando, tocando, haciendo los coros y todos los momentos han sido una experiencia positiva, y eso se siente y se escucha en el disco, esa expresión, potencia o transmisión de sentimientos que han salido solos con las canciones.»
MAYRA

LA EXPERIENCIA DE GRABACIÓN EN ELDANA FOLK STUDIO
UN LUGAR TAN AUTÉNTICO Y LIBERADOR COMO EL ESCENARIO
La respuesta está en el entorno humano y en la calidez del estudio. Desde que cruzó la puerta, el equipo de grabación de Eldana Folk Studio la trató no como alguien que debía probarse, sino como una artista completa.
Le dimos su tiempo para respirar, la guiamos con un respeto profundo, recordándole que estaba allí para disfrutar y no para ser juzgada.
En lugar de una sesión técnica y distante, vivió una extensión de su propio universo musical, un espacio de libertad donde cada nota capturaba su esencia, igual que en el escenario.
Un rincón donde la técnica se sienta a escuchar
Para Mayra, esta no fue una grabación más. Fue un redescubrimiento. Con el ambiente y el equipo correctos, el estudio se convirtió en un lugar tan auténtico y liberador como el escenario, permitiéndole reencontrarse con el proceso de grabación y vivir la música en su estado más puro.
Esta experiencia nos muestra la fuerza de un estudio que comprende el alma y las necesidades de cada músico, recordando que la verdadera música no solo se escucha, sino que se siente en cada acorde.
